"VERANO... FIESTA, DISFRUTAR... ¿ERES FELIZ O DIBUJAS TU SONRISA?"
¿Te has parado a pensar alguna vez que significa la palabra “disfrutar”? Haciendo un poco de rastreo, nos encontramos con que “disfrutar es gozar el fruto de algo”. Estas y otras múltiples preguntas en el nuevo TEMAZO para la segunda mitad del mes de agosto.
¿Te has parado a pensar alguna vez que significa la palabra "disfrutar"? Haciendo un poco de rastreo, nos encontramos con que “disfrutar es gozar el fruto de algo”. Gozo, deseo, saciedad… en el QR de nuestro corazón está impreso el deseo de gozo, el deseo de felicidad . Todo cuanto hacemos se dirige a saciar esa sed de infinito , ese deseo de plenitud.
Pero a veces puede que el modo de saciarnos que nos ofrece el “mundo”, sean tan solo espejismos de una plenitud auténtica. ¿Disfrutar una copa con amigos? ¡Claro que sí! Pero hay diferencia entre compartir una buena copa y ponerse ciego porque sí.
"La saciedad no se alcanza aumentando la cantidad, sino buscando otro modo de vivir lo que se vive” (@jpmanglano) Y esto se aplica a todos los órdenes de la vida: el trabajo, la comida, el sexo, las redes sociales, etc.
"¡A disfrutar también se aprende!"
Cuando somos conscientes de que estamos hechos con un deseo de infinitud en el corazón (el “eros” al que nos referimos en otras ocasiones), lo más frecuente es que también nos convirtamos en unos “incorformistas” . ¡Y eso es algo genial! (¡ojo! No confundir con “desagradecidos”) ¿Y esto por qué? Porque nos damos cuenta de que hay cosas que pueden “llenarnos”, pero no “saciarnos o plenificarnos”.
He aquí la cuestión… aprender a disfrutar, depende en gran medida de nuestras expectativas. No podemos esperar algo que no se nos puede dar. Si piensas que con beber más y un poco más, olvidas tus problemas… error. Si estás con chic@s distint@s cada noche de fiesta para no sentirte sol@... solo aumentará tu soledad, y así con mil cosas más.
El secreto de vivir la vida como una fiesta es que cada oportunidad la vives intensamente y dando todo de ti, aprendiendo a saborear las pequeñas cosas de este mundo en clave de encuentro, de autenticidad y de vivir en la verdad.
Que cuando nos miren a la cara piensen “¿y a éste qué le pasa?” Nuestro estilo de vivir la vida, de disfrutar la fiesta, tiene que ser tan escandalosamente alegre, libre, y en la verdad, para que de este modo seamos capaces de contagiar ese “algo” que llevamos en el corazón, que se sobrepone a cualquier adversidad.